Del santo Evangelio según san Mateo 19, 13-15
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban. Jesús dijo: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. Les impuso las manos y se marchó de allí.
Palabra del Señor.
Comentario:
Muchas veces, hemos criticado a nuestra sociedad, por lo mal que está todo; por la corruptela generalizada, etc. Pero también, debemos reconocer que hemos ganado en muchas cosas; y una de ellas es, en los derechos del niño, que se protejan más a los niños. Esto lo digo, porque en tiempos de Jesús, era muy poco valorados; solo tenían derecho cuando cumplían los doce años; de allí que los discípulos, evitaran que se acercaran a Jesús, sería como perder el tiempo en cosas inútiles.
Es por esto, que esta escena se les debió quedar grabada a sus discípulos, en la memoria; porque no era algo normal, que uno que era considerado rabino, perdiera su tiempo en cosas insignificantes. De allí, que cobre más fuerza la frase de Jesús: de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. Ser como niños, se podría entender entonces, de los que son débiles, de los que delante de los demás no poseen valor, de los que son despreciados por sus pecados y vicios.
Jesús, deja que nos acerquemos a El, aunque los demás te puedan rechazar; porque seas pecador, débil, inscontante. El Señor, no se sorprende de nuestra pequeñez, ni de nuestra bajeza; y nos vuelve a repetir aquellas palabras: Dejad, que los niños se acerquen a mí.
María, Consoladora de los afligidos; ayúdanos en nuestra débil voluntad, que quiere dejar el pecado.
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