Martes de la XVI del Tiempo Ordinario (Ciclo C)

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 46-50

En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.

Uno se lo avisó:

-«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo».

Pero él contestó al que le avisaba:

-«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»

Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo:

-«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre».

Palabra del Señor.

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Comentario:

   Aunque hoy no es ninguna fiesta Mariana, me gustaría hablar de la Virgen María. 

   Hace muchos años, me leí una novela titulada "El evangelio secreto de la Virgen María". Es un libro que no es histórico en su totalidad, pero te hace pensar como pudo ser la vida de la Virgen María. El autor de  la novela tomando pie de este evangelio; dice que los primos de Jesús cansados de las locuras de éste, toman a María su madre, para ver si así lo pueden persuadir de que deje sus tonterías de pretender ser Hijo de Dios.

   Yo en lo personal, creo que el autor no está muy descaminado; porque sinceramente a María no le pega nada ir a buscar a Jesús de una manera tan brusca. Pienso que si la Virgen aceptó semejante misión(concebir en su vientre al Hijo de Dios); ¿cómo no iba a aceptar que su HIjo fuese a predicar al mundo entero?

   Esta reflexión me da pie para poder comentar lo que nos pasa a muchos cristianos en un mundo donde los locos somos nosotros y los demás están muy cuerdos. Hoy vivir nuestra fe de una manera verdadera, parece una verdadera estupidez. Estamos llenos de discursos vacíos de todo sentido, pero que apelan a los sentimientos más que a la razón. En nuestra sociedad las cosas se hacen porque nos gusta, pero el gusto es algo que dura muy poco y varía según que viento nos dé.

   Vivimos en una generación sumergida en la desesperanza, y todo aquel que se abra a una esperanza fuera de este mundo hay que acabar con él, porque puede estropear nuestro tontería burguesa. Cuando nos acostumbramos a mirar solo a nivel horizontal, nuestro corazón se estrecha y ya no puedes dar la vida, no puedes generar vida; solo nos queda disfrutar de la vida. Aunque sea arrancándole a la vida un poquito de felicidad a base de mentiras y de drogas.

   La respuesta que da Jesús: "Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos..." Los hermanos y madre de Jesús, son los que vienen a traer una esperanza en medio de la tristeza, los que rompen los muros que separan al hombre de su destino de ser hijos de Dios, las antorchas que nos alumbran en la oscuridad en la que el demonio nos quiere encerrar cada día. Es por esto que el demonio en cada generación tiene que atacar a los hijos de Dios para que nadie busque la verdad, porque la Verdad nos hará libres.