jueves, 2 de junio de 2016

Jueves de la IX semana del Tiempo Ordinario




EVANGELIO

No hay mandamiento mayor que estos

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 28b-34
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
-«¿Qué mandamiento es el primero de todos?».
Respondió Jesús:
-«El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. ” El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que estos».
El escriba replicó:
-«Muy bien, Maestro, si duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
-«No estás lejos del reino de Dios».
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
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Comentario:

   En el evangelio de este día, le hacen una pregunta a Jesús; ¿cuál es el mandamiento principal?. Nosotros al oír la palabra mandamiento, en seguida nos ponemos en guardia, porque parece que nos imponen algo, que es algo externo y extraño a mí, que viene a cortar con mi felicidad. La palabra mandamiento no es la más correcta para referirse a los mandatos de Dios. El término hebreo que se utiliza para hacer referencia a la ley es "mits´vah", y se podría traducir como palabras de vida o también alguien que te dirige en un viaje.
   Esto cambia nuestra visión de los mandamientos, porque no es algo impuesto sino que vienen a ayudarte en el viaje de tu vida. Los israelitas era un pueblo nómada, que se movía muchas veces por parajes desconocidos; y si no conoces por dónde andas puedes morir de sed y de hambre. Por ellos es importante tener referencias para guiarse y no perderse cuando uno viaja.
  Jesucristo, da como referencia para no perdernos en esta vida el amor total a Dios y amar al prójimo como a uno mismo. Y uno podría pensar que esto es imposible, que jamás llegaremos a esta meta. Pero es aquí donde está el engaño. Esto no es una meta, sino una referencia mientras vivamos en este mundo. Qué quiere decir esto, sabemos por experiencia que somos volubles, inconstantes; pero esto no quiere decir que la verdad no exista, que el amor no es posible.
   Lo que quiere decir Jesús al hablarnos que debemos amar a Dios totalmente y al prójimo como a mí mismo. Es a lo que tiende mi vida; es mi referencia en este viaje para no perderme. Todos los días debemos comenzar de nuevo, si ayer todo nos salió mal no debemos quedarnos en esta experiencia negativa; sino darnos la vuelta y retomar el camino verdadero.
  Ya para terminar un consejo, no hay nada más agotador y peligroso; que vivir dejándonos llevar por los estados de ánimo. Esto puede destruir a una persona; ya que hoy queremos una cosa y al rato lo contrario. Lo que da sentido a una vida es permanecer en el camino de la verdad aunque muchas veces no lo entendamos en el momento. De aquí se deriva la importancia de tener unas referencias en nuestro caminar, para que cuando nos perdamos podamos retomar el Camino de la Vida.
   Virgen María, ven con nosotros a caminar...

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