Evangelio de hoy...

Lecturas del Miércoles de la 17ª semana del Tiempo Ordinario.

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Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-46):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»
Palabra del Señor

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Comentario:

           

     Estos días me he estado leyendo un libro basado, en las cartas y en el diario de San Rafael Arnaiz; y una idea que se repite constantemente en este Santo, es la “Santa Indiferencia”; os podéis preguntar qué es la santa indiferencia.

            

   La santa indiferencia consiste; un poco a vuelo de pájaro. Si ya que sabemos, que Dios es lo primero en nuestras vidas, lo demás da igual. Qué más da riqueza que pobreza, qué más da frío que calor, qué más da alto que bajo, guapo qué feo, etc. Porque lo que da sentido a todo es estar con Él.

          

  A simple vista nos puede parecer algo soso; cómo es posible que todo nos dé igual; ¡no!, eso no puede ser. Es que la santa indiferencia, no tiene nada que ver con la pereza, o no tener ganas de nada. No, no es eso; de lo que se trata es que Dios con su amor es lo que da sentido a todo incluso hasta a aquellas cosas que no nos gustan, pero ellas tienen sentido si nos lleva a Dios. Es por ello que todo tiene su importancia, tanto en cuanto nos lleve a Dios.

           

   Esto ya aparece en el evangelio, por ejemplo en Marcos: Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?  (Mc 8, 36). Las cosas tienen su importancia porque nos llevan a Dios, hasta las más humildes.

            

   La santa indiferencia es como una bomba atómica de alegría en la vida de tantas personas que se sienten frustradas, porque ven que su vida no es tal cual lo habían planificado. Preguntémonos un momento ¿qué da sentido a nuestras vidas? Creo que todo coincidimos en que la vida vaya como yo quiero, que nuestros proyectos se hagan realidad. Pero seamos sinceros ¿esto es verdad?, y si es verdad ¿cuánto crees que puede durar?

            

   Es por ello que las parábolas de hoy, tanto en un caso como en el otro los personajes, van venden lo que tienen y se hacen con el tesoro escondido o con la perla más fina; porque es lo que da sentido, y alegría en la vida de quién la encuentra. Que no es otra cosa que el amor de Dios.

            

Virgen María, enséñanos a amar a Jesús.