Creo, que me hago mayor; ahora también me da por escribir alguna que otra vez alguna poesía, si se puede llamar así. 
Maldita Rutina...
Oh, maldita rutina ya estás aquí y, todo lo embargas;
trastocas lo más bello en un vivir sin ganas; qué haces, por qué no te marchas .
Siempre queriendo huir de ti, y tonto de mí, que allí donde iba, tú te adelantabas a mí.
Mirad, cómo se aman, decía asombrado el caminante; pero al darse la vuelta todo lo cubría con su sombra la rutina,y donde había amor sólo quedán miradas frías.
Que tonto, que estupido, que al final de mi vida vi, y ya no había rutina, porque descubrí que la vida era un regalo y yo no lo agradecía.
P. Daniel José de Jesús Barroso Huerta
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