Cada vez hay menos gente que confiesa, parece un sacramento obsoleto, porque no aporta nada (Para qué confesar sino cambio). También influenciados por el pragmatismo que impera en nuestros días, que nos lleva a buscar las consecuencias inmediatas de todo lo que hacemos, no sabemos esperar; y recordemos que la vida de una persona se mueve en el tiempo y necesita de él para ser feliz, o amargada.
Cuando era seminarista, me enviaron como parte de mi formación a ayudar en una parroquia en Canarias, allí conocí a D. Olegario, que era el párroco, el cual le considero un santo anónimo. Este siempre decía, "no por casualidad los confesionarios están vacíos y los psiquiatras están llenos...".
No tengo nada encontra de la psiquiatría, pero es cierto que no pueden llegar a lo mas profundo del corazón del hombre, donde solo entra la gracia de Dios, y cura todas nuestras heridas. Hoy muchos males de nuestra sociedad parten del pecado, que luego se convierten en patologias psiquiátricas.
Hoy viendo las noticias de Maracaibo, me encontré con esta noticia tan triste, y a la vez reveladora; hasta dónde no está llevando hoy día todo el tema de la vanidad, y por no querer aceptar la vejez como una etapa de la vida, tan necesaria como las demás. Y esto como una pequeña muestra de, hasta que limites nos puede llevar el pecado en las busqueda de nueva sensaciones, y experiencias.
Y la noticia es que una modelo, tras ser sometida mas de 20 veces a operaciones de estética, los médicos se han negado a operarla una ves más, esta chica ante tal negativa sea ha inyectado ella misma aceite de cocina, desfigurando su rostro.
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