Señor, como Tú lo quieras, así ocurrirá.
Y como Tú lo quieras, así también lo desearé yo.
Ayúdame a entender de verdad tu voluntad.
Señor, lo que Tú quieras, eso es lo que escogeré.
Y lo que Tú quieras, esa es mi ganancia.
Me basta y me es suficiente saber que soy todo tuyo.
Señor, porque Tú lo quieres, por eso mismo eso es bueno.
Y porque Tú lo quieres, por eso tengo ánimos.
Mi corazón descansa en tus manos.
Señor, cuando Tú lo quieras, ese será el momento adecuado.
Y cuando Tú lo quieres, yo estoy dispuesto. Hoy y en toda la eternidad.
Beato Rupert Mayer, SJ
(1876-1945)(perseguido por el nazismo).
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