miércoles, 12 de junio de 2013

Evangelio de hoy...



 gente floja perezoso


(Mt 5,17-19): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas... Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños...

   El evangelio que hoy nos presenta la Iglesia quizás nos pueda rechinar un poco, pero eso está bien; porque es señal que estamos en vía de salvación, de conversión.

  Para entenderlo en su justa medida, debemos saber que Mateo, nos quiere advertir contra el peligro del aburguesamiento, de no sentirnos llamados a la conversión, es decir, el atrofiamiento espiritual. Los cristianos somos los llamados, pero cuidado podemos no ser elegidos, sino nos olvidamos que estamos llamados a dar frutos (Por sus frutos los conoceréis...).

  Al oír este pasaje evangélico, nos puede parecer muy exhaustivo, como si Jesús fuera un legalista, cosa que le critica a los fariseos. Si este evangelio lo llevamos a la vida diaria de cada uno, a nuestro día a día, nos damos cuenta la razón que tiene Jesús al decir:
Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños... Cuántas desgracias no llegan en pequeñas dosis, muchas veces hemos dicho; no pasa nada porque vea pornografía, o no tiene nada de malo que me vaya con esta chica sólos a tal sitio.

  Muchos imperios empezaron a caer en pequeñas porciones, y no se daban cuenta porque era cosas pequeñas pero que iban preparando el camino para la catástrofe. Eso pasa muchas veces en nuestras vidas, el demonio muy raras veces entrará de golpe en la vida de alguien, primero te irá sugiriendo, oye estás muy cansado no vayas a misa, no crees tú que estás exagerando en esto o en aquello que tiene de malo que hagas lo que hacen lo demás.

  El demonio, en ese sentido tiene paciencia sabe trabajar a sus víctimas, y nunca presenta cosas excesivas, sino que cuando estás adormecido por tantas cosas pequeñas, te llega y te presenta la desgracia de tu vida, pero no la vemos porque hemos perdido la capacidad de reconocer entre el bien y el mal.

  Que la Virgen, Madre del Buen consejo nos guíe e ilumine durante todo nuestro caminar.

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