viernes, 1 de noviembre de 2013

Evangelio de hoy...

 
 
 
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,1-12):

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»

Palabra del Señor
 
Comentario:
 
   La solemnidad que hoy celebramos, nos debe llenar de alegría, de gozo. Porque Dios no rechaza a los débiles, los fracasados; en pocas palabras lo que para el mundo no cuenta, para Dios sigue contando.
 
   Al ver la multitud de santos, nos damos cuenta que hay de todo. Santos asesinos, adúlteros, ladrones, lujuriosos, etc. Sí, que no nos dé vergüenza de repasar la cantidad de santos que han tenido una vida nada ideal. He de reconocer que hay santos que los han sido desde pequeños (Sta. Teresita, Padre Pío, ect.).
 
   Y otra cosa que los santos nos enseñan es que no han tenido vidas ideales, han estado encarcelados, viudos, enfermos, esclavos, débiles, viciosos. Con esto lo que quiero decir es que nadie está, exento de ser santo, que es lo mismo que ser feliz. Hoy la publicidad, el cine y la televisión; nos vende que el único de tipo de persona para ser feliz, debe reunir unas condiciones a las cuales pocos llegamos. Primero debes tener muuuucho dinero, ser joven, guapo, alto, delgado, etc.... En fin, que para muchos esta felicidad,  y esta alegría esta muy, pero que muy lejos. Si es que se le puede considerar alegría a vivir esclavos de aquello, que temes perder.
 
   En cambio para ser santo el único requisito es acercarte a Dios, y dejar que el se acerque a ti; esto es algo que los santos nos enseñan a no tener miedo de Dios, que el no te va a quitar nada de lo que esta vida hace feliz. 
 
   Y por último recuerda que santo no es aquel que no peca, sino el que peca y se levanta.
 
   Virgen María, reina de los santos; dame la fuerza para no dejar de levantarme cuando caiga. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario