jueves, 31 de octubre de 2013

Evangelio de hoy...

 
Día litúrgico: Jueves XXX del tiempo ordinario
Lectura del santo evangelio según san Lucas (13, 31-35):

En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: «Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte.»
Él contestó: «ld a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: "Bendito el que viene en nombre del Señor."»

Palabra del Señor
Comentario:
   
   ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido.
   ¿Cuánto nos cuesta dejar nuestra vida en manos de Dios? Este será nuestra eterno combate hasta que nos muramos, el fiarnos de Dios, o el imponer nosotros nuestra voluntad. Porque ésta muchas veces nos parece más razonable, ya que se adapta más a lo que nos gustaría; pero lo que a ti y a mí nos gustaría no siempre es lo mejor.
   El Papa emérito Benedicto XVI, en sus libro Jesús de Nazaret (1ª parte), nos habla de que la tentación, "no nos invita directamente a hacer el mal, eso sería muy burdo. Finge mostrarnos lo mejor: abandonar por fin lo ilusorio y emplear eficazmente nuestras fuerzas en mejorar el mundo..." (pág. 53). Sí, muchas veces la voluntad de Dios nos parece algo ilusorio, ridículo, sin sentido, y es por esto que optamos fácilmente por dar la espalda a Dios, y buscar la solución a nuestros males desde nuestra lógica.

   Estas palabras que Jesús, dirige hoy a Jerusalén por no dejar que Dios les reuna como una gallina clueca reune a sus polluelos; va dirigida también a nosotros, que muchas veces a lo largo de nuestra vida damos la espalda a Dios, prefiriendo irnos detrás de otros dioses, que no pueden salvarnos. Es cierto que muchas veces optar por la voluntad de Dios supone morir a nuestros proyectos, pero a la larga es encontrar la vida.

   Hace poco, os hablaba de la tentación de la inmediatez, a raíz de la encíclica Lumen Fidei, del Papa Francisco. Todos queremos las cosas inmediatas, en el acto. Esto es uno de los peligros del sufrimiento, que lo primero que nos planteamos es: ¿A ver cómo salgo de esto? ¿Qué debo hacer para que esto desaparezca?.

   El sufrimiento, aunque no querido; también tiene su pedagogía, su sentido; muchas veces Dios lo permite para enseñarnos, o mostrarnos algo. Incluso el sufrimiento que viene de nuestros pecados, sino nos dejamos hacer por Dios tiene un sentido en nuestras vidas. 

   Puede que en tu vida estés pasando por situaciones difíciles; no te vayas con el primero que te promete la respuesta o la solución mágica a tus penas, espera en Dios; que es mejor esperar, que por correr desesperar.

   Virgen María, tu lo que no entendías lo guardabas en tu corazón, dame la gracia de saber esperar en Dios.
    
    

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