jueves, 27 de junio de 2013

Evangelio de hoy...



(Mt 7,21-29): »Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».

   El que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica... Jesucristo nos está invitando de una manera clara y precisa, que nos dejemos de tantas palabras y teorías; que actuemos como cristianos. Pablo VI en una invitación a vivir el cristianismo dijo: La Iglesia de hoy necesita de menos maestros y, más testigos.

  El filósofo Tales de Mileto, decía: "que el movimiento se demuestra andando". Estamos viviendo unos momentos en nuestra sociedad en lo que todo se puede discutir, opinar. Hasta las cosas más evidentes se ponen en tela de juicio; como es el caso de que si un hombre es hombre, o una mujer es mujer.

  Hoy asistimos a verdaderos debates que parecen de circo, que crean una confusión en las personas que lo escuchan. Por esto, esta recomendación de Jesús de poner en práctica, me parece fenomenal, y fundamental, en una sociedad que pone todo a la hora de discutir en tela de juicio; valiéndose de unos argumentos totalmente infantiles. Algunas veces he oído algunos, que para apoyar lo que piensan recurren a los animales, yo sinceramente cuando veo a los animales, desde luego no me gustaría ser como ellos.

  Por último, me gustaría acabar diciendo que poner en práctica no significa, que nunca nos vayamos a equivocar; o por el hecho de que hoy nos salga, mañana también. Poner en práctica, o vivir como cristianos conlleva también, que podemos pecar, pero esto no quiere decir que no estemos viviendo el evangelio, precisamente, es allí donde más se muestra, porque te levantas (porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia Prov. 24:16),y dejas de manifiesto dónde está la vida, que es en Cristo, y no en ti. 

  Porque es El quien al final construye la casa, ya lo dice el salmo 126: "Si el Señor no construye la casa..."

  María Trono de la Sabiduría, asistenos en los momentos de peligro.

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