María Rafaela Cimatti, Beata
En Alatri, Lacio, Italia, beata María
Rafaela (Santina) Cimatti, virgen, de la Congregación de Hermanas Hospitalarias
de la Misericordia, que llevó una vida humilde y oculta,
y mostró constantemente su caridad atendiendo a los enfermos, especialmente
a los pobres. († 1945)
Fecha de beatificación: 12 de mayo de 1996 por S.S. Juan Pablo II
Fecha de beatificación: 12 de mayo de 1996 por S.S. Juan Pablo II
Santina Cimatti nació en una familia
humilde el 6 de junio de 1861, en Celle di
Faenza, Ravenna, Italia. De sus cinco hermanos, los dos que
sobrevivieron fueron sacerdotes y también murieron en olor de santidad.
Cuando el sacerdote de la parroquia se dio cuenta de su inteligencia y dulce naturaleza, le dio el sacramento de Confirmación a la edad de 7 años.
Después de la muerte de su padre en 1882, ella asumió la educación de sus hermanos, y también era catequista de su parroquia.
Se sentía atraída a la vida religiosa, pero tuvo que esperar pacientemente para poder ayudar a su madre y hermanos. Luego de que ellos se unieron a la naciente congregación de Don Bosco, y su madre había sido alojada adecuadamente en una casa rectoral, fue finalmente libre de seguir su vocación.
En noviembre de 1889 ingresa a las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia, en la casa madre en Roma, tomando el nombre de María Rafaela. Hizo su primera profesión religiosa en 1891, haciendo además el voto hospitalario. La enviaron entonces a Alatri como ayudante de farmacéutico, y posteriormente la trasladaron a Frosinone. Hizo sus votos finales en 1905.
En 1921 ella fue la superior de la casa en Frosinone, y en 1928, en Alatri. Era madre, hermana, amiga y counsejera, siempre lista para ayudar y un modelo de virtudes.
Después de 50 años de vida religiosa ella, en 1940, renunció a su cargo de superiora, pero pidió permanecer en la comunidad de Alatri como una religiosa más para servir a sus hermanas, a los enfermos y al personal del hospital y consagrando más tiempo a la oración.
Cuando el sacerdote de la parroquia se dio cuenta de su inteligencia y dulce naturaleza, le dio el sacramento de Confirmación a la edad de 7 años.
Después de la muerte de su padre en 1882, ella asumió la educación de sus hermanos, y también era catequista de su parroquia.
Se sentía atraída a la vida religiosa, pero tuvo que esperar pacientemente para poder ayudar a su madre y hermanos. Luego de que ellos se unieron a la naciente congregación de Don Bosco, y su madre había sido alojada adecuadamente en una casa rectoral, fue finalmente libre de seguir su vocación.
En noviembre de 1889 ingresa a las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia, en la casa madre en Roma, tomando el nombre de María Rafaela. Hizo su primera profesión religiosa en 1891, haciendo además el voto hospitalario. La enviaron entonces a Alatri como ayudante de farmacéutico, y posteriormente la trasladaron a Frosinone. Hizo sus votos finales en 1905.
En 1921 ella fue la superior de la casa en Frosinone, y en 1928, en Alatri. Era madre, hermana, amiga y counsejera, siempre lista para ayudar y un modelo de virtudes.
Después de 50 años de vida religiosa ella, en 1940, renunció a su cargo de superiora, pero pidió permanecer en la comunidad de Alatri como una religiosa más para servir a sus hermanas, a los enfermos y al personal del hospital y consagrando más tiempo a la oración.
En 1944,
durante una de las etapas más duras de la Segunda
Guerra Mundial, llegaban muchos heridos que necesitaban atención, y aunque
ya tenía 83 años de edad, Sor Rafaella daba tanto
amor y consuelo que ellos la llamaban "mamá".
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