martes, 8 de octubre de 2013

Evangelio del día...

 
 
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10,38-42):

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta, se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano».
Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán.»

Palabra del Señor
 
Comentario
 
   Ayer por la tarde, me encontraba un poco triste y pensativo; debido a que veo que soy una calamidad, que muchas veces me dejo llevar por mi mal carácter, que la soberbia me puede a cada momento; y una persona que me escuchaba me recordó, algunas cosas buenas que había hecho y, me decía no digas tonterías porque no hace todo mal.
 
  En el evangelio de hoy, el Señor corrige a Marta, porque anda inquieta y nerviosa. A lo mejor hoy a ti te inquieta ver que eres pobre, que no llegas a todo (como me pasa a mí), como decía el evangelio del domingo anterior; "somos siervos inútiles..."
 
  Jesús, nos previene del peligro del activismo. El activismo es un síntoma de que algo anda mal en nosotros; se podría decir que es el deseo de llenar esa pobreza que todo tenemos. Muchos creemos que por hacer muchas cosas nos sentiremos más a gusto con nosotros mismos, y que entre más cosas hagas, más útil serás. En el fondo con tanta actividad, lo que queremos es justificar nuestra vida; es como si dijeras, vale la pena que yo exista porque hago esto y aquello.
 
  No sé de quién es la frase, pero hablaba de la "herejía del activismo". Fijaros que curioso, todos los sacramentos se realizan en la tranquilidad; todos manifiestan de alguna forma que la vida no viene del hombre sino de Dios, y por eso estamos tranquilos cuando recibimos los sacramentos. Y no digamos la oración, donde lo que tienes que hacer es sentarte tranquilo, y abrir tu corazón a Dios. Precisamente por eso cuesta tanto estar tranquilos para rezar, porque sentimos que no somos nada, cómo que perdemos el tiempo.
 
   No sé desde hace cuánto tiempo no rezas tranquilo, y no te sientas delante del Santísimo a contarle tus cosas; pero hoy es un buen día para empezar. El Papa Francisco, en este mes del rosario nos ha invitado a todos los cristianos a retomar esta arma tan poderosa; que no lleva más de veinte minutos, pero que muchos no hacemos porque nos parece una pérdida de tiempo.  
 
  Hoy en el evangelio en el lugar de Marta, pon tu nombre y verás que esta invitación también es para ti: Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria.
 
  Virgen María, Tú eres la Reina de la paz; regalame la paz que mi corazón necesita. 

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