domingo, 20 de julio de 2014

No todo el mundo es malo...

Liberata, Santa 

Santa Liberata era hija de Lucio Castelio Severo quien fue gobernador romano del noreste de la península ibérica (Gallaecia y Lusitania) en el año 122.

Su esposa Calsia, quien da a luz en un solo parto a nueve niñas, mientras su marido esta fuera recorriendo sus dominios, temiendo ser repudiada por infidelidad conyugal decide deshacerse de las criaturas y se las encomienda a su fiel servidora Sila, ordenándole que bajo el mayor secreteo las ahogara en el río Miñor.

Sila cristiana a carta cabal, lejos de cometer tan horrible crimen, las deja en casa de familias amigas y las criaturas fueron bautizadas por el obispo San Ovidio y criadas en la fe cristiana.

Los nombres de estas niñas fueron: Ginebra, Victoria, Eufemia, Germania, Marina, Marciana, Basilisa, Quiteria y Liberata.

Llegado el momento tuvieron que comparecer ante su propio padre acusadas de ser cristianas, el cual al saber que eran sus hijas las invita a que renuncien a Cristo a cambio de poder vivir rodeadas de los lujos y comodidades propias de su nacimiento.

Las encarcela tratando de atemorizarlas pero logran huir de las garras de la cárcel y se dispersaron.

Todas ellas, no obstante acabarían siendo mártires cristianas.

La devoción popular sitúa a Liberata mártir en la cruz a la edad de 20 años el 18 de enero del 139.

Su fiesta se celebra el 20 de Julio por ser la fecha en que se trasladaron sus reliquias desde la ciudad de Sigüenza a la Baiona gallega en el año 1515. 

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