Lindalva Justo de Oliveira, Beata
El
29 de Enero de 1991 Sor Lindalva fue asignada a
atender a 40 pacientes terminales, todos hombres, en el centro
de salud municipal en Salvador da Bahia. Emprendió las tareas
más humildes y buscó servir a aquéllos que más sufrían
tanto espiritual como materialmente animándolos a la recepción de los
sacramentos. Sor Lindalva cantaba y oraba con ellos, e incluso
pasó las pruebas de conducción para poderlos sacar a pasear.
Durante Enero de 1993, un tal Augusto da Silva Peixoto, un varón de 46 años de edad, de un carácter irascible, usando una recomendación logró ser admitido en las instalaciones aunque él no tenía ningún derecho para estar allí. Sor Lindalva lo trató con la misma cortesía y respeto que a los otros pacientes, pero él se enamoró de ella.
Ella se distanció prudentemente de él y era muy cuidadosa al tener que atenderlo. No obstante, él expuso explícitamente sus intenciones lujuriosas hacia ella. Una simple solución hubiera sido que Sor Lindalva dejara el lugar, pero su amor por los ancianos la hizo declarar, "prefiero verter mi sangre que dejar este lugar."
Por el 30 de Marzo los acosos de Augusto se pusieron tan insistentes y aterradores que ella buscó la ayuda de un oficial de seguridad para frenar a este paciente desobediente. Aunque él prometió mejorar su actitud y conducta, se llenó de tal odio y venganza que desarrolló un plan asesino.
El 9 de abril de 1993, Viernes Santo, Sor Lindalva tomó parte del Vía Crucis parroquial a las 4:30 por la mañana. A las 7 de la mañana regresó a su trabajo para preparar y servir el desayuno como lo hacía todos los días. Mientras ella servía el café Augusto se acercó y empujó un cuchillo de pescadero sobre su cuello.
Cayó al suelo y llorando repetía varias veces "Dios me protege". Los pacientes corrieron buscando protección. Envuelto en un rapto demente Augusto la apuñaló 44 veces, "¡debí de haber hecho esto antes!".
Tranquilizándose entonces de repente, se sentó en un banco, limpió el cuchillo en sus pantalones, lo tiró en la mesa y exclamó: "¡Ella no me quiso!", y volviéndose al doctor, dijo, "Puede llamar a la policía, no huiré; hice lo que tenía que hacer".
Al día siguiente, Sábado Santo, el Cardenal Lucas Moreira Neves, O.P., Primado de Brasil, celebró el entierro de la hermana de 39 años de edad y comentó: "Unos pocos años fueron suficientes para que Sor Lindalva coronara su vida Religiosa con el martirio."
El 2 de Diciembre de 2007 fue beatificada en San Salvador da Bahía (en el Estadio de Barradão) por el Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Cardenal José Saraiva Martins, delegado para este fin por Su Santidad Benedicto XVI.
Durante Enero de 1993, un tal Augusto da Silva Peixoto, un varón de 46 años de edad, de un carácter irascible, usando una recomendación logró ser admitido en las instalaciones aunque él no tenía ningún derecho para estar allí. Sor Lindalva lo trató con la misma cortesía y respeto que a los otros pacientes, pero él se enamoró de ella.
Ella se distanció prudentemente de él y era muy cuidadosa al tener que atenderlo. No obstante, él expuso explícitamente sus intenciones lujuriosas hacia ella. Una simple solución hubiera sido que Sor Lindalva dejara el lugar, pero su amor por los ancianos la hizo declarar, "prefiero verter mi sangre que dejar este lugar."
Por el 30 de Marzo los acosos de Augusto se pusieron tan insistentes y aterradores que ella buscó la ayuda de un oficial de seguridad para frenar a este paciente desobediente. Aunque él prometió mejorar su actitud y conducta, se llenó de tal odio y venganza que desarrolló un plan asesino.
El 9 de abril de 1993, Viernes Santo, Sor Lindalva tomó parte del Vía Crucis parroquial a las 4:30 por la mañana. A las 7 de la mañana regresó a su trabajo para preparar y servir el desayuno como lo hacía todos los días. Mientras ella servía el café Augusto se acercó y empujó un cuchillo de pescadero sobre su cuello.
Cayó al suelo y llorando repetía varias veces "Dios me protege". Los pacientes corrieron buscando protección. Envuelto en un rapto demente Augusto la apuñaló 44 veces, "¡debí de haber hecho esto antes!".
Tranquilizándose entonces de repente, se sentó en un banco, limpió el cuchillo en sus pantalones, lo tiró en la mesa y exclamó: "¡Ella no me quiso!", y volviéndose al doctor, dijo, "Puede llamar a la policía, no huiré; hice lo que tenía que hacer".
Al día siguiente, Sábado Santo, el Cardenal Lucas Moreira Neves, O.P., Primado de Brasil, celebró el entierro de la hermana de 39 años de edad y comentó: "Unos pocos años fueron suficientes para que Sor Lindalva coronara su vida Religiosa con el martirio."
El 2 de Diciembre de 2007 fue beatificada en San Salvador da Bahía (en el Estadio de Barradão) por el Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Cardenal José Saraiva Martins, delegado para este fin por Su Santidad Benedicto XVI.
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