martes, 1 de octubre de 2013

Evangelio del día...


Fiesta de Sta. Teresa del Niño Jesús

Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 1-4

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: -«¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?» Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: -«Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos.» 

Palabra del Señor.

Comentario:

   Hoy una vez más, el evangelio nos invita a que nos hagamos como niños. Y es que sin sencillez, sin humildad es imposible ser santos; y es el primer paso para vivir amargados.

   Esta mañana, como todos los días me llegó al móvil (celular); una reflexión que me mandan unas monjas de clausura. Y me llamó la atención, que en la reflexión de hoy, decían que estaban de vacaciones, sí, de vacaciones. Y lo primero que vino a la cabeza es que se marcharían todas a otro convento; para cambiar las vistas, el clima, etc. Y sorpresa la mía, cuando continúo leyendo, y dice que no, que se quedarán en el mismo convento, pero el único cambio es que estarán quince días, más libres de lo habitual.

   Esto me hizo pensar, en cómo estoy viviendo mi vida, en qué pongo la vida. Porque esta monja contaba con alegría e ilusión cómo serían esos días, tan sencillos (dentro del mismo convento que ve cada día) pero llenos de alegría. Y yo, que estuve en la playa, paseando, siempre me estoy quejando.

   Esta es la niñez que nos pide Jesús, está es la sencillez que debemos buscar. Dejar nuestras vidas en manos de Dios, que cada día puede ser nuevo, si su amor esta presente en nuestras vidas; que aunque lleves casado/a 15 o 50 años con la misma persona tu matrimonio puede ser nuevo si Dios está presente. Que aunque no te hayas podido marchar de vacaciones, si Dios ilumina tu vida el descanso llega, porque sabes que tienes un Padre que vela por ti.

   Escuchemos hoy a Jesús, que nos dice que nos hagamos como niños, sí, que nos hagamos; es decir, que debemos poner de nuestra parte, que debemos tratar una y otra vez de alejarnos del pecado, que nos lleva, no ya a ser niños, sino ancianos amargados y mal humorados porque nada es como queremos.

  Virgen María, causa de nuestra alegría; colma de ilusión nuestra vida.

  
   

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