Del Santo Evangelio según San Mateo 12, 14-21
En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él. Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos. Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías: «Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas. No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; y las naciones pondrán la esperanza en su nombre».
Comentario:
Dicen, los grandes chef que por muy buenos ingredientes que uno tenga, si la receta no se cocina empleando el tiempo necesario, el resultado final no es el mismo, los alimentos no tienen el mismo sabor, ni la misma consistencia.
A cuento de qué, viene esto del chef. Simplemente porque ayer mientras meditaba un poco el evangelio, me quedé pensando en que Jesús, solo muere cuando le toca, no antes ni después. Jesús se aleja cuando oye, que quieren acabar con El. Y qué tiene que ver todo esto con nosotros, sencilla y llanamente que las cosas suceden cuando tiene que suceder, ni antes ni después.
A veces nos desesperamos porque algún problema no se resuelve, rezamos, buscamos soluciones y nada; el dichoso problema sigue allí, incluso a veces cobra más fuerza. Y esto nos lleva a un desgaste psicológico y físico, estar todos los días pensando en el dicho problema, y pasan los años y nada que se resuelve.
Últimamente, me consuela el pensar que estas situaciones anómalas (dificultades familiares, complejos, miedos, pecados etc.) de nuestras vidas que no sabemos el por qué, ni el para qué; tienen su razón de ser. Hace algunos años, cuando estaba de moda el e-mail, y te enviaban montañas de correos, de animo, consejos, etc. Me gustó mucho uno que decían que las mariposas para salir del capullo hacen un esfuerzo que es necesario para fortalecer sus alas, y que si alguien le ayudaba a salir más rápido pensando que les hacía un bien, simplemente les arruinaba su vida, ya que sus alas no estaban capacitadas para volar.
Así, que si hoy te encuentras con situaciones en tu vida que no encajan, puede que lleven años allí, incluso que continuarán otros más; recuerda que tienes dos opciones o, te agarras a Jesús y estás situaciones aunque permanezcan se convierten en bendición (Sal. 84), o te pasarás toda la vida como una puerta vieja, chirriando desajustes.
Virgen María, consuelo de los afligidos concédenos la serenidad, en medio de la tribulación.
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