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María Troncatti nació en Cortegno Golgi (Brescia, Italia) 
el 16 de febrero de 1883. Creció feliz, trabajando duramente 
en su numerosa familia, dividiendo su tiempo entre la granja 
y el cuidado de sus pequeños hermanos y hermanas, en 
la cálida y afectuosa atmósfera creada por sus padres ejemplares. 
Acudía regularmente al catecismo en su parroquia, donde desarrolló un 
espíritu profundamente cristiano, que le abrió su corazón a los 
valores de la vocación religiosa.
 Primera profesión en Nizza Monferrato
 
 Sin embargo, 
por obediencia a su párroco, ella esperó hasta alcanzar la 
mayoría de edad para solicitar ser admitida en el Instituto 
de las Hermanas Salesianas. Hizo su primer profesión en 1908 
en Nizza Monferrato. Durante la Primer Guerra Mundial (1915-18), Sor 
María tomó un curso de cuidados sanitarios en Varazze y 
trabajó como enfermera de la Cruz Roja en el hospital 
militar. Esta experiencia probaría ser muy valiosa en el curso 
de su larga vida misionera en la selva amazónica en 
Ecuador.
 
 Misionera en Ecuador
 
 Partió para Ecuador en 1922 donde fue enviada 
a trabajar entre el pueblo Shuar donde, junto con otras 
dos monjas, ella inició el difícil trabajo de evangelización. Ellas 
enfrentaron peligros de todo tipo, incluso los causados por las 
fieras de la selva y por la fuerte correntada de 
los ríos que debían ser vadeados o cruzados en frágiles 
"puentes" fabricados con enredaderas o en hombros de los indios.
 
 Enfermera, 
cirujana, dentista
 
 Macas, Sevilla de Don Bosco, Sucúas, son algunos de 
los "milagros" del trabajo de Sor María Troncatti que todavía 
florecen. Ella fue enfermera, cirujana, ortopedista, dentista, anestesista. Pero, sobre 
todas las cosas, ella fue catequista y evangelizadora, rica en 
los maravillosos recursos de la fe, la paciencia y el 
amor fraternal.
 
 Promoción de la mujer Shuar
 
 Su trabajo por la promoción 
de la mujer Shuar dio sus frutos en cientos de 
nuevas familias cristianas formadas, por la primera vez, a través 
de la elección libre personal por parte de las parejas 
jóvenes.
 
 Sor María murió en un trágico accidente aéreo en Sucúa 
(Morona Santiago), el 25 de agosto de 1969. Sus restos 
descansan en Macas, en la provincia de Morona Santiago (Ecuador).
 
 Una 
milagrosa intercesión
 
 Josefa Yolanda Solorzano Pisco, de Buenos Aires de Rocafuerte 
(Provincia de Manabí, Ecuador), madre de cinco hijos, en el 
año 2002 contrajó de una de las formas más peligrosas 
de malaria, la Plasmodium falciparum, y enseguida desarrolló un proceso 
degenerativo irreversible. Los médicos le concedían pocos días e, incluso, 
pocas horas de vida.
 
 Viendo acercarse la muerte, Josefa hizo 
venir a un sacerdote salesiano para poner en orden su 
vida sacramental, porque sólo estaba casada por lo civil. "Padre, 
cásenos ante Dios", le pidió. Pero el padre Edgar Ivan 
Segarra, especialmente conmovido al pensar en los cinco niños que 
iban a quedar huérfanos, organizó una novena de oración pidiendo 
la intercesión de la Sierva de Dios María Troncatti, misionera 
salesiana durante 44 años en las selvas ecuatorianas, nacida en 
Italia en 1883 y fallecida en accidente de avión en 
1969.
 
 En pocos días, sin ninguna explicación médica, Josefa se curaba 
completamente.
 
 "Es un milagro que confirma el valor de la familia", 
se ha dicho en las comunidades salesianas. Y es que 
uno de los grandes éxitos de María Troncatti entre los 
indios shuar de la selva ecuatoriana fue conseguir que las 
familias se formaran con el consentimiento cristiano del esposo y 
la esposa, en una cultura que no apreciaba esto.
 
 La diócesis 
de Puertoviejo, en Ecuador, pidió en 2008 que la Congregación 
de las Causas de los Santos analizase el milagro en 
Roma. El 7 de abril de 2011 los siete doctores 
de la consulta médica, por unanimidad, declararon que la curación 
era científicamente inexplicable. Fue beatificada el 25 de noviembre de 
2012.
 
  
Tomado de:  http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=54635 | 
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