(Mt 5,33-37):...Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no, no’: que lo que pasa de aquí viene del Maligno...
Con este consejo que el Señor nos da de no jurar; nos hace un gran favor, ya que nosotros no tenemos nunca la certeza de las cosas, es decir, de acciones futuras. El hombre! Como la hierba son sus días, como la flor del campo, así florece; pasa por él un soplo, y ya no existe, ni el lugar donde estuvo vuelve a conocerle. (103, 15s).
Detrás de este mandato, se esconde una gran paz. Tu y yo no somos señores de nuestras vidas, no somos imprescindibles, hoy estamos y ya mañana no. Entonces, cómo vamos a jurar; esto es algo de locos, sólo el demonio es el que prescinde de Dios, creyendo que la vida la lleva en su voluntad. Muchos apoyados en su voluntad quieren vivir una vida sin contar con Dios, ¡Esto lo hago porque sí, y se acabo...!
Pero debemos tener cuidado, porque Jesús no nos llama a ser irresponsables, a pasar de todo, hoy decimos una cosa y mañana otra. Esta es una invitación a vivir en la paz de Cristo, que no te creas imprescindible, ya que puedes arruinar tu vida y la de los demás; porque detrás de un imprescindible, siempre hay un afán de dominio.
Que la Virgen, Trono de la Sabiduría nos conceda el discernimiento para cada día.
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