(Mt 5,27-32): Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
Probablemente para algunos estas palabras de Jesús, puedan sonar algo exageradas, sabemos que Jesús lo que quiere es captar la atención de su asamblea utilizando esta hipérbole (exageración).
A veces la palabras de Jesús nos pueden parecer, exageradas, cómo que no encajan con la realidad; esta valoración puede que venga porque no hemos tenido una experiencia de muerte profunda debido al pecado.
Recuerdo una vez, que estuve ayudando en una Casa de la Caridad de las monjas de la beata Madre Teresa de Calcuta. Estuve en la parte de los enfermos de SIDA, y casi todos tenían un mismo perfil, vidas licenciosas, drogadictos; pero recuerdo que había uno que se salía un poco de los esquemas, un chico de buenos modales, con una cultura muy buena; en pocas palabras llamaba la atención.
Un día me atreví a preguntarle, qué había pasado en su vida para que estuviera allí. Me contesto, que él anteriormente había llevado una vida normal, tenía una familia con tres hijos, y un buen trabajo. Pero un día, me dijo, saliendo del trabajo sintió una fuerte tentación de estar con una mujer, y decidió entrar en un prostíbulo, y así lo hizo, resultado que contrajo el SIDA; y el resto os lo podéis imaginar vosotros.
Ahora decidme vosotros, sino es real lo que dice Jesús: Si tu ojo te es ocasión de pecado sácatelo... Cómo lo dije en días atrás, el demonio siempre te dirá que no pasa nada, y empezará por pequeñas cosas, para luego llegar a las grandes.
Que la Virgen, refugio de pecadores nos ayude en nuestro combate contra el pecado.
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